¿QUÉ? Aunque nadie lo reconozca siempre pensé que Titanic dejó huella en nuestros corazones (ver escena). Siempre lo pensé hasta ayer, cuando jugué con mi mujer Susana y nuestros amigos Ceci y Javi Aka ‘Dan Bilzerian‘ a Lifeboats.

En Lifeboats, el barco que nos llevaba al Caribe para disfrutar de nuestras vacaciones se ha hundido. Afortunadamente nos acomodamos en unos botes salvavidas que nos deberán llevar a unas bonitas islas, pero… ¡problema! los barcos tienen más filtraciones que un capítulo de Juego de Tronos en el muro de Facebook.

El agua penetra poco a poco y los botes se hunden. ¿Remaremos todos juntos para llegar a la orilla y disfrutar de un rico mojito? ¿Nos sacrificaremos por nuestros seres queridos si la cosa se complica? Ayer descubrí que ni Javi es Leonardo DiCaprio, ni Susana y Ceci son Kate Winslet.

¿CÓMO?  Las reglas de de Lifeboats son muy sencillas. El objetivo del juego es llevar a las islas a tus marineros o capitanes. Por cada marinero o capitán recibirás una puntuación dependiendo de la isla donde desembarques.

Lo primero que haremos es elegir un color y coger nuestro bote y nuestros 5 marineros y 2 capitanes. El Jugador Inicial comienza a colocar un miembro de su tripulación (oficial o marinero) en un asiento (agujero) vacío en cualquiera de los botes. Puede elegir su propio bote, un bote perteneciente a otro jugador o el bote negro (que es el bote extra que se añade con 4 jugadores). Los jugadores siguen en el sentido de las agujas del reloj hasta que todos los peones estén colocados en un bote salvavidas.

Una vez todos los tripulantes están distribuídos en los 5 barcos, comienza la partida. Cada turno consiste en 3 fases:

1.- Un bote recibe una vía de agua.
2.- Movimiento de un bote.
3.- Los marineros cambian de bote.

1.- Vía de agua

Todos los jugadores votan qué bote tendrá una nueva vía de agua. Cada jugador elige una carta del color del bote por el que desea votar y la coloca boca abajo frente a sí. Todos los jugadores revelan su elección simultáneamente y el turno se resuelve de acuerdo con la mayoría de los votos. En caso de empate, el Jugador Inicial decide entre los colores empatados.

Si el bote seleccionado tiene aún un sitio vacío, la vía se coloca allí. Este asiento se rellena con agua y ningún marinero ni oficial podrá colocarse allí durante el resto de la partida. Pero si en el bote seleccionado están todos los sitios cogidos (por peones y o por vías de agua), alguien ha de ser arrojado fuera del bote. Esto requiere otra votación , pero sólo los que tengan marineros o capitanes en el barco en cuestión podrán votar, obteniendo 2 votos por cada capitán y uno por cada marinero.

Un barco se hunde cuando tiene más vía de agua que marineros.

2.- Movimiento de un bote

Los jugadores votan el bote que va a moverse una fila hacia las islas. El bote que gane la votación se mueve recto hacia delante (no es posible cambiar de calle durante toda la partida) una fila hacia las islas. 

Si hay un empate, de nuevo el Jugador Inicial decide cuál de los botes empatados se mueve hacia delante. Tan pronto como alcanza una isla, los marinos se colocan en la isla y el bote se coloca en la primara casilla vacía de la derecha del tablero de modo que el orden de llegada pueda verse. En caso de empate al final de la partida, gana el jugador con el color del barco que haya llegado primero a las islas.

3.- Cambio de bote

Comenzando por el Jugador Inicial y siguiendo en el sentido de las agujas del reloj cada jugador quita uno de sus peones (oficial o marinero) de cualquier bote y lo coloca tras él. Sólo puede salir un marino de cada bote. Si el jugador sólo tiene marinos que no se pueden mover han de mantenerse en sus sitios y quedarse en el bote.

Una vez cada jugador (que pueda hacerlo) ha colocado uno de sus peones tras un bote, siguiendo un orden inverso y empezando por el jugador que movió el último peón hacia el Jugador Inicial cada jugador debe colocar el peón movido a otro bote diferente del original. Se puede colocar cualquier número de peones en el mismo bote siempre que un peón no vuelva al bote que abandonó. Si no hubiera sitios en ninguno de los otros botes el marino se elimina del juego.

Acabo el turno y siguiendo el orden de las agujas del reloj, el jugador inicial pasa a ser el jugador a la izquierda.

En las votaciones se puede usar uno de los 3 comodines que tiene cada jugador. El efecto del comodín o sombrero de capitán pierde su efecto si otro jugador lo usa al mismo tiempo. Las cartas de sombrero de capitán no vuelven a la mano una vez usadas.

Fin de la partida

Cuando todos los botes salvavidas se han hundido o han arribado a una isla acaba la partida. Los jugadores suman sus puntos de victoria teniendo en cuenta en número y el rango de sus marinos de las diferentes islas. Los capitanes puntúan más que los marineros.

Para consultar las reglas en profuindidad: REGLAS DE LIFEBOATS EN ESPAÑOL

¿POR QUÉ? Si a los votantes de Podemos les queda alguna duda de que el rollo asambleario es muy complicado de llevar a la práctica, deberían jugar a Lifeboats para comprobarlo. Estamos ante un juego de negociación, donde cada decisión se vota, y claro, dentro de esa negociación todo vale. Ejemplo:

– Te conviene inundar el barco verde ya que tu no tienes marineros y así nos beneficamos los dos.
– Ya pero si voto al verde, estos me van a linchar luego.- Yo te protejo en caso de empate que soy capitán en este turno.
– ¿Pero porque debería hacerte caso, si por tu culpa tengo un marinero menos?
– Porque si no me uno a ellos y nos cargamos tu capitán.
– Etc, etc, etc.

Pues de eso va esta pequeña maravilla, de traficar con los sentimientos, vender y comprar almas, pactar para luego acuchillar, trapichear y traicionar…  un juegazo vaya, donde algunos jugadores (en mi caso Javi, Ceci y Su por este orden) tienen más dotes para la farsa y la persuasión que un noble e incorruptible servidor.

* El orden de maleantes podría liderarlo Ceci en vez de Javi, porque su traición a Su en la fase final del juego fue memorable.

Soy muy fan de la película ‘Quién tiene un amigo tiene un tesoro‘. Si alguien la ha visto, decirle que jugando a Lifeboats, me sentí como Bud Spencer o Terence Hill. Lo que parecía que iba a ser una agradable paseo en barca, se convirtió en una lucha a vida a muerte por sobrevivir.

Lo dicho, un juego de negociación y puteo perfectamente engrasado, donde cada decisión que tomes, te pasará factura tarde o temprano, a no ser que seas primo de Maquiavelo y consigas engatusar a todo el personal.

Fácil de explicar, con contínua interacción, rápido en la ejecución, diseño muy chulo y con unas descacharrantes negociaciones que convierten a este juego en uno de mis favoritos en su tipología. Un juegaco vaya, con gran inmersión temática, donde el que alcanza la orilla podrá bailar al son de la…

¿QUIÉN? Lifeboats es un juego que hará las delicias de todo tipo de jugadores. Abstenerse jugadores con mal perder, porque el puteo es constante.

Puntuación: 8/10
Dificultad: 1/5
Diseño: 8/10
Número de jugadores: De 3  a 6 jugadores.
Duración: 45 min aprox.
Precio: 30 euros aprox. No es fácil de encontrar porque se trata de un juego editado en 1993.
Edita: Zman Games.
Banda sonora recomendada para jugarlo: Movin Cruisin de The Oceans.