Reseña Harvest Island

¿QUÉ? La isla de Formosa es famosa por su clima subtropical propiciando el cultivo de exóticas y sabrosas frutas en las todas las estaciones del año. En Harvest Island, los jugadores son agricultores que deberán plantar semillas de diferentes frutos en diferentes terrenos, bajo la amenaza de un cambio climatológico cambiante, y cosecharlas en el momento más oportuno para ganar.

¿CÓMO? Empecemos por la disposición del tablero. Existen cuatro mazos de cartas, cada uno correspondiente a una estación del año. Cada mazo contiene una serie de frutas diferentes y algunas de ellas se repiten en otros mazos de estaciones.

Dentro de cada mazo se incluyen cartas de meteorología (sol o lluvias) que pasaré a explicar más adelante. Al lado del tablero también hay un espacio de almacenaje donde se colocan las cartas descartadas. Cuando haya cuatro cartas en el almacenaje, pasarán automáticamente al área de provisiones, estando por tanto disponibles para los jugadores, y eliminando las que ya hubiera en el área de provisiones.

Por último, cada jugador dispone de 3 cartas de terreno, donde podrán plantar sus frutas. Estos terrenos sólo admiten un tipo de fruta a la vez y cada uno tiene una capacidad limitada de cartas.

Ya estamos listos para empezar. Empezando por el jugador inicial en tu turno podrás hacer una de dos acciones posibles: cultivar o cosechar.

Cultivar: si decides cultivar, tienes que poner en juego dos cartas de frutos de tu mano (cada jugador tiene 4 cartas en su mano siempre).

Puedes plantar un fruto, para ello deberás colocar primero una carta (semilla) en la parte inferior de uno de tus terrenos, para luego colocar una más en la parte superior. Si previamente tenías una semilla ya plantada, puedes simplemente añadir dos cartas al terreno. Importante tener en cuenta, que cada terreno solo admite un tipo de fruta. Hasta que no hayas cultivado, no podrás plantar otro tipo de frutas.

También puedes descartar una carta en la zona de almacenaje. Si los haces dos veces, recibes una carta de fertilizante (si quieres). Estas cartas te permiten cosechar antes.

Cuando has jugado dos cartas, repones tu mano, pudiendo escoger entre las cartas de provisiones disponibles (si las hay), o las cartas del mazo de estación que se esté jugando en ese momento. Si al hacerlo te sale una carta de meteorología, debes colocar esta en la zona habilitada para ello. Si se juntan 3 cartas de sol o 3 cartas de lluvia se produce una sequía o inundación, teniendo que descartarse cada jugador, de la mitad de las cartas de uno de sus terrenos.

Cosechar: escoge uno o varios terrenos y los puntúas. Debes tener un mínimo de 4 cartas (contando con la semilla) para poder puntuar. Las cartas de fertilizante valen doble, pero no dan puntos. La carta que hace de semilla tampoco da puntos.

El resto de cartas de ese terreno en cuestión, es lo que puntuarás al final de la partida. Dependiendo del número de cartas empleadas, avanzarás ese número en el track de frutas del fruto correspondiente. Por cada fruta que lideres en ese track, te darán 8 puntos de victoria al final de la partida.

La partida acaba cuando se agota el mazo de cartas de invierno. Se puntúan las cartas cosechadas (el valor que viene indicado en cada carta), los tracks de frutas (8 puntos) y 2 puntos por cada carta que tengas plantada. El ganador será el jugador con más puntos.

¿POR QUÉ? Desde Taiwan nos llega este apañadísimo juego de cartas familiar con mecánicas de set collection y gestión de la mano. El juego fue presentado en la pasada Feria de Essen y para mi gusto es el mejor juego taiwanés de los muchos que se presentaron.

Las razones son sencillas. Se trata de un juego que mecánicamente no ofrece nada que no hayamos visto ya en otros juegos, sin embargo introduce un par de giros muy interesantes que provocan que el juego motive más que un Hare Krishna estrenando pandereta.

El juego trata de recolectar diferentes tipos de frutas, para cosecharlos después. Como podéis imaginar y tratándose de un set collection, hay una cantidad de frutas limitadas en cada mazo y es importante ver a por lo que van el resto de jugadores. La gracia está en como se mueve el mazo y los descartes.

Me explico. Si decides descartarte de dos frutas, están irán a parar a la zona de almacenaje. Cuando haya 4 cartas en esa zona, pasarán automáticamente a la zona de provisiones, cambiando dramáticamente las cartas disponibles para cada jugador. Muy importante ir jugando con eso.

En el tablero vienen indicados la cantidad de frutas que hay en cada mazo, esto es muy importante, porque te permite prever y calcular que fruta puede ser la más interesante de cultivar. Las cartas de fertilizantes y las de meteorología también le dan un toque diferente al juego.

Las primeras para facilitar que el juego no se alargue innecesariamente (facilitando la cosecha) o alargándolo si te conviene al final de la partida. ¿Cómo se hace esto? Descartando dos cartas, para poder coger cartas de fertilizante y evitar que los mazos avancen tan rápido.

Las cartas de meteorología pueden ser decisivas en algunas partidas si salen cuando tienen que salir, aunque normalmente no son irreversiblemente dañinas. Añaden tensión narrativa al juego.

Como punto negativo del juego, deciros que no es el juego más elegante del mundo. Que al cosechar no puntúen ni los fertilizantes, ni las semillas y sí el resto de cartas, y que luego todas cuenten para el track de frutas de animales es un poco lioso.

La calidad de los componentes es buena, con un apartado gráfico excelente. Y poco más que añadir. Si os gustan los juegos de cartas familiares, Harvest Island es uno que merece la pena, mecánicas conocidas con un par de giros que lo convierten en una opción más que recomendable.

Puntuación: 7.2/10
Dificultad: 1.5/5
Diseño: 8/10
Diseñador: Chin-Fan Chen
Ilustrador: Cyniee Chiu
Edita: Big Fun Games
Año de publicación: 2017
Número de jugadores: De 2 a 4 jugadores
Duración: 40 min aprox
Precio: 30 euros aprox
Banda sonora recomendada: Wilson Pickett – Land of 1000 dances

 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.