Reseña Lincoln

¿QUÉ? Lincoln, un juego de Martin Wallace, es un trepidante wargame con motor de cartas ambientado en la Guerra Civil Estadounidense, que te permite revivir la guerra a nivel estratégico en menos de dos horas. El juego consiste en un continuo movimiento entre áreas y la lucha por su control, mediante mazos de cartas que te proporcionan las distintas opciones de mando y suerte, ya que no hay dados en Lincoln.


¿CÓMO? Lincoln es un juego para dos jugadores, donde cada jugador representa un bando: los unionistas y los confederados. La Unión y la Confederación tienen su propio mazo de cartas, lo que refleja históricamente los puntos fuertes y débiles de ambos bandos. Los unionistas juegan con 6 cartas y los confederados empiezan con 5 pero pueden ir perdiendo cartas a lo largo de la partida.

El mecanismo de Lincoln, está basado en un sistema de «destrucción de mazo», donde deberás decidir qué cartas de tu ciclo de mazo vas a sacrificar para construir unidades y proporcionar el liderazgo en las batallas. Cada vez que el mazo completa un ciclo, la Unión añade cartas de mejor calidad, siendo más y más fuerte con el paso del tiempo, mientras que el jugador Confederado añadirá cartas peores, volviéndose más débil.

En tu turno de juego podrás realizar 2 acciones. Entre las acciones posibles están el despliegue de tropas, dándose el caso de descartar de la partida la carta en juego si se trata de una tropa de valor 2 o 3. También se puede desplegar fuertes en el caso de jugador confederado. Puedes mover tropas, a una casilla adyacente o a donde quieras, siempre y cuando siga la línea de suministro. Si coinciden dos tropas enemigas en la misma casilla se activa la batalla, que se resuelve jugando una carta de tu mano y ganando el que tenga la carta más alta. Por último, algunas cartas contienen acciones específicas que también podrás realizar, jugando dicha carta.

Las condiciones de victoria son varias. El jugador confederado gana si el unionista tiene menos de 2 puntos cuando éste recicle el primer mazo,  si la Unión tiene menos de 5 puntos cuando mezcle el segundo mazo o no tenga 12 puntos al finalizar la partida. Además los confederados ganan automáticamente si controlan Washington o si el track de Europa llega a su final. Los Unionistas ganas si controlan Richmond y Vicksburg.

¿POR QUÉ? Intentaré ser breve y conciso, porque conciso y directo es éste gran juego de Martin Wallace, que pretende simular (con éxito para mi gusto), la guerra de Secesión. Lincoln es un juego de cartas, para dos jugadores, donde un jugador representa a los Unionistas y otro a los Confederados. Las mecánicas de juego son gestión de la mano y control de áreas.

Cada jugador cuenta con un mazo específico con características parecidas pero diferentes, siendo la asimetría una de las principales características del juego. Esto se materializa con un despliegue más favorable para los confederados en la primera mitad de la partida, donde tendrá que aprovechar esa ventaja, y un final de partida mucho más favorable para el jugador Unionista si consigue mantenerse en pie hasta entonces.

Esto podría parecer limitar el campo de acción del juego, pero las 4 partidas que he jugado han sido bastante diferentes entre sí. Y sí, claro que hay cosas fundamentales que se repiten en cada partida, pero en general todo depende de un cúmulo de factores tácticos. Cosas que tengo claras: el unionista sí o sí tiene que intentar reducir la mano del confederado si quiere tener alguna oportunidad, y además tiene que intentar debilitar alguno de los frentes de los confederados para responder a la avalancha inicial para llegar con oportunidades al final de la partida.

El jugador confederado tiene que ser muy agresivo desde el minuto 1, atosigando y debilitando a su rival, a la vez que tapona las posibles vías de escape del unionista (puerto y flanco izquierdo del tablero) y distribuye de manera eficaz sus tropas en los distintos frentes.

Importantísimo para las dos jugadores es mantener a salvo su línea de suministro, sino es difícil reponerse. Una de las grandes cualidades de éste juego es el ritmo frenético que tiene desde el minuto uno, y la sensación que dos acciones por turno nunca son suficientes para desarrollar tu estrategia. Chapeau a Wallace por lograr con un diseño sencillo, tanta intensidad.

El combate es otra de las cosas que me gustan de este juego, jugando una carta con un valor que se suma a las tropas que tienen en la zona de disputa y con la posibilidad de añadirle una carta de colina que suele joder bastante. Sencillo y al turrón.

En definitiva, estamos ante un muy buen juego para dos jugadores, que incluye una mecánica de destrucción de mazo muy interesante, con un flujo de juego más ágil e intenso que Scatman recitando el Corán, con una duración perfecta (90 min), unas reglas muy asequibles, quedando un producto muy divertido y recomendable.

¿QUIÉN? Muy recomendable para los amantes de juegos que recrean periodos históricos y para aquellos que quieran introducirse en el mundo de wargames ligeros.

Puntuación: 7.4/10
Dificultad: 2/5
Diseño: 8/10
Diseñador: Martin Wallace
Ilustrador: Peter Denis
Edita: PSC Games y Maldito Games
Año de publicación: 2018
Número de jugadores: Dos jugadores
Duración: 90 min aprox
Precio: 35 euros aprox
Banda sonora recomendada: Alborosie – Mr. President

 

 

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