¿QUÉ? Cruzar el océano en busca de aventuras y riqueza se convirtió, por más de dos siglos, en la obsesión de marineros, mercaderes y aristócratas de las calles de Sevilla. Su puerto, el más importante del Viejo Continente, vio atracar legendarios galeones cargados de especias, plata y oro. Ahora tienes la oportunidad de formar parte de una expedición que pase a la historia de la famosa ruta de las Indias. Recluta a la mejor tripulación, comanda a expertos oficiales y gánate el favor de la realeza en este asombroso juego de subastas inspirado en la Sevilla del siglo XVI.
En Sevilla 1503 cada jugador tomará el papel de un mercader cuyo objetivo será el de reunir su propia flota comercial que le permita recorrer las prósperas rutas a las Américas y convertirse en el más afamado navegante del Mediterráneo.
¿CÓMO? El objetivo en Sevilla 1503 es hacerse con cartas de barcos que nos permita reunir una tripulación de lo más variada (cartas de oficiales, cartas de tripulantes, cartas de mercancía, cartas de carpintería y cartas de grumete) para obtener puntos al final de la partida.
Tantos las cartas de barcos como el resto de cartas, se obtienen mediante una serie de pujas a lo largo de las 8 rondas que dura la partida. En una partida a 4 jugadores, cada ronda se sacarán 5 lotes de dos cartas por lote, incluyendo un barco de valor 1 si salen cartas del mismo color. Además una de las dos cartas del quinto lote, siempre será un barco.
Los jugadores asignarán las monedas que quieran a cada lote de forma secreta en su tabla de puja. Para ellos disponen de 7 monedas al empezar la partida más 5 monedas falsas (sin valor) que podrán utilizar para despistar al resto de jugadores.
Una vez asignadas las monedas a cada lote, estás se revelan y se van resolviendo lote por lote. Si sólo hay un jugador que haya pujado se llevará ese lote de cartas. Si hay más pujadores, cada uno tendrá derecho a repujar (si quiere) pidiéndole dinero a uno de sus tres mecenas. De esta forma, el valor sumado de las monedas usadas más las monedas que tenga la carta de mecenas que hayas escogido deberá superar la puja más alta. Esto se resolverá por orden de turno.
Cada vez que un jugador gane un lote deberá pagar las monedas a la banca y voltear la carta de mecenas empleada si la ha usado. Esto es importante porque al final de la ronda, cada jugador cobrará las monedas que vienen indicadas en las cartas de mecenas que no hayan sido volteadas.
Finalizadas las ocho rondas de la partida, todos los jugadores embarcarán las mercancías y la tripulación que quepan en sus barcos. Para ello, se suma la capacidad de todos los barcos (números impresos en el estandarte) para después embarcar el resto de cartas que puedas intentando que sean las cartas de más puntos te otorguen. Cada carta indica la forma de obtener puntos. Al final de la partida el jugador con más puntos será el ganador.
¿POR QUÉ? A no ser que estés forrado si te compras un coche nuevo lo más seguro es que se parezca a muchos otros. La fórmula que plantea Sevilla 1503 no es revolucionaria (pujas y set collection). La pregunta que intentaré contestar es si a pesar de tener un motor como la media, el juego tiene una tapicería, o un chasis o una línea de diseño que lo hagan distinguible del resto.
Empecemos por las pujas que es el meollo de todo el juego. En cada ronda y mediante un puja ciega los jugadores pelearán por los 5 lotes en juego. Pero la puja tiene una segunda fase. Todos los jugadores que hayan pujado por un lote, podrán repujar sumando una de sus tres cartas de mecenas con valores de 1, 2 y 3 monedas. Este detalle es original, aunque para mi gusto la puja gana en control pero pierde en espontaneidad.
Además de que se sobrepuja por orden de turno, el jugador inicial puede elegir si ser el primero o el último. Lo normal es que sea el último, pero también conlleva un riesgo y es al que sobrepujar con valores predefinidos puede que cuando llegue su turno ya no puede superarla.
Pero lo realmente interesante de esto es que al final del turno recibiremos monedas por valor igual a las carta de mecenas no empleadas. Es decir que si sobrepujas mucho y ganas más de un lote, vas a recibir pocos ingresos en esa ronda y el dinero ya os lo adelanto, no sobra. Aquí tenemos los retrovisores curvados que demandaba al principio. La cosa va cogiendo forma.
Además de la gestión del dinero, lo goloso es el objeto por el que pujamos: las cartas de barco, tripulación y mercancía. Cada carta ocupará 1/4, 1/2 y 1 en nuestros barcos y para poder embarcarlo todo necesitamos esas ¡cartas de barcos! Pero sólo hay una carta de barco por turno, lo que sí o sí obliga a los jugadores a pelear por el último lote en cada ronda para asegurarse de que podrán embarcar sus mercancías.
Luego estás las diferentes cartas y los combos que se obtienen por ellas. Las de oficiales otorgan puntos si van acompañadas de otras cartas, al igual de las de tripulantes y sin olvidarnos de las cartas de carpintería y de mercancías. Las primeras rondas vas un poco más a ciegas, sobre todo sino conoces todos los combos posibles, pero cuando ya tienes cartas en tu poder, estas condicionan tu estrategia y por tanto las pujas por las cartas que más te interesan. De hecho si el juego os hace tilín, os recomiendo echar dos partidas seguidas porque ya conociendo las cartas la partida será mucho más entretenida.
La verdad que sin deslumbrar en cuanto a tema o mecánicas empleadas, Sevilla 1503 consigue con un par de brochazos un juego de pujas de lo más apañado. Tiene tensión, es divertido porque la gestión del dinero y los combos de cartas te mantienen conectado a la partida, además una buena producción con reglas muy claritas y todo esto en 30 minutos de juego.
El único punto débil que creo le puede pasar factura: es el tema elegido. Ya sé que no es relevante pero ¿otro juego de enviar mercancías? Seguro que las mecánicas se podrían haber adaptado a otro tema mucho más original. Dicho esto, si los autores se apellidarán Knizia no me sorprendería nada. Estamos ante un muy buen juego de pujas y sí, estamos ante un coche como muchos otros, pero con un tuneado que bien merece la pena un viaje.
¿QUIÉN? Los amantes de los juegos de pujas encontrarán un buen candidato para su colección.
Puntuación: 7.4/10
Dificultad: 1.5/5
Diseño: 7.5/10
Diseñador: Cristian Cabrera y J. Ramírez
Edita: Delirium Games
Año de publicación: 2019
Número de jugadores: De 2 a 5 jugadores
Duración: 30 min aprox
Precio: 25 euros aprox
Banda sonora recomendada: Miguel Bosé- Sevilla