¿QUÉ? El bosque está creciendo muy deprisa. Como cuidadores de los kodama, los espíritus del árbol, debéis ocuparos de que el bosque sea un hogar saludable y exuberante para vuestros pequeños amigos.

Durante tres estaciones de crecimiento, debéis cultivar árboles con una combinación apropiada de flores, insectos y disposición de ramas para que vuestros kodama estén lo más contentos posible. Aquel que mejor cuide a sus kodama, ¡será recordado durante generaciones!

¿CÓMO? Kodama: los tres espíritus permite a los jugadores hacer crecer un árbol disponiendo de cartas de rama para ir colocando de manera que vayan dejando hueco para futuras ramas. Al final de cada ronda, un Kodama te dará puntos según tu árbol cumpla con sus requisitos.

El ganador de Kodama es el jugador que consiga más puntos. Los jugadores consiguen puntos de dos maneras:

• La primera es colocando cartas de rama con iconos que coinciden con los iconos en las ramas a las que son conectadas.
• La segunda es jugando cartas de Kodama

Kodama se juega en tres estaciones, y cada estación contiene a su vez 4 rondas. Al principio de cada estación se revela una carta de decreto, que establecerá una condición durante esa estación.

Después tiene lugar la fase de crecimiento, donde cada jugador por turnos, coge una carta de rama y la coloca en su árbol, teniendo en cuenta una serie de restricciones. Tras colocar la rama, se comprueban los símbolos de la carta, obteniendo 1 punto por cada aparición de ese icono en las cartas que siguen contiguas hasta su tronco.

Después de que cada jugador haya realizado los cuatro turnos de cada estación, se contarán los puntos de las cartas de Kodama. Al principio de la partida se reparten 4 a cada jugador. Según orden de turno, cada jugador escoge una de sus cartas de Kodama y la puntúa según las condiciones que establece.

Al final de la tercera Fase de Kodama, termina el juego. Los jugadores se quedarán con una carta de Kodama en sus manos que no será usada. El jugador con más puntos habrá hecho de sus Kodama espíritus felices y florecientes.

¿POR QUÉ? ¿En qué se diferencian un cupcake y una magadalena casera?  El cupcake es más vistoso, aparentemente más sabroso, mientras que la magdalena casera tiene un toque más brusco, menos cuidado.

Kodama me recuerda mucho a un cupcake. Tiene un arte, con claras referencias al mundo de Miyazaki, absolutamente brillante. Es imposible no caer no rendido ante el diseño gráfico de este juego. Pero me pasa lo mismo que con el vistoso dulce. Después de 4 bocados pierdo interés. No tiene la profundidad de sabores, ni el aroma de una magdalena casera.

¿Que qué significa eso? El juego es ultra sencillo y entretenido, es simpa´tico e inofensivo, tiene detalles originales como la disposición de las cartas de rama, pero le falta un puntito de picardía que aderece el juego y lo convierta en una gran juego.

Tampoco lo veo para pegarse un atracón de partidas, y me da la sensación de que puede resultar bastante repetitivo, pero sí que lo veo como una  buena opción para sacar de vez en cuando en familia.En definitiva, es un juego decente, en un gran envoltorio, que no molesta en la estantería, pero tampoco emociona.

¿QUIÉN? Te gustará si te van los juegos tranquilos, que no estresan.
Te entrarán ganas de ir correr 60 kilómetros después de jugarlo si te va la marcha.

Puntuación: 6.5
Dificultad: 1/5
Diseño: 9/10
Diseñador: Daniel Solis
Ilustrador: Scott Hartman, Kwanchai Moriya
Edita: Devir
Año de publicación: 2017
Número de jugadores: De 2 a 5 jugadores
Duración: 30 min aprox.
Precio: 16,95 aprox.
Banda sonora recomendada: 20syl – Kodama