Reseña: Quebec 1759

¿QUÉ? Quebec 1759 es un wargame para dos jugadores que cubre el conflicto entre británicos y franceses en Canadá, durante la guerra franco-india. Cada jugador dispone de 25 bloques para conseguir su objetivo que no es otro que conquistar la ciudad de Abraham para el británico en el turno 16, y evitar que esto ocurra para el francés. ¿Preparados para conocer el desenlace? Sigue leyendo.

¿CÓMO? Las áreas terrestres del mapa contienen diez zonas: Montmorency, Beauport, St. Charles, Abraham, Ste. Foy, Cap Rouge, Sillery, Etchemin, Levis, e Ile d’ Orleans, conectadas por líneas negras o por el río St. Lawrence, que se divide a su vez en dos a´reas, Bason y St.Laurent.

El juego contiene 50 bloques o unidades: 25 de color rojo (británico) y 25 de color azul (francés), representando los regimientos, la milicia, los indios, y las unidades navales implicadas.

Antes de empezar la partida, el jugador británico despliega todos unidades del ejército en Ile d’ Orleans y todas las unidades navales en Bason. El jugador francés despliega todos unidades en las nueve zonas restantes, tal y como él desee.

La partida consta de 16 movimientos de campaña. En cada movimiento de campaña, cada jugador escribe órdenes en una hoja de papel siendo estas reveladas simultáneamente. Cuando unidades de los dos rivales coinciden en una misma zona, se desencadena una batalla que debe ser resuelta antes de que se haga el siguiente movimiento de campaña.

El objetivo del juego varía según el bando que lleves. Los británicos deben conservar la zona de Abraham al final del decimosexto movimiento de campaña, después de que cualquier batalla ocasionada en ese turno haya sido resuelta.  Los británicos deben tener un mínimo de 20 vc (valores de combate) desplegados aún en el tablero, aunque no necesariamente deben estar todos en Abraham.

Los franceses vencen si el jugador británico no puede alcanzar su objetivo o si la fuerza británica está por debajo de 20 CV en cualquier momento del juego.

Hay tres tipos de movimiento:

Movimiento terrestre: Un movimiento terrestre se hace desde una zona a otra zona o zonas. Todas las unidades a mover deben estar localizadas dentro de la misma zona, pudiendo moverse a una o más zonas diferentes, que deben ser adyacentes y directamente conectadas a la zona de origen a través de un camino.

Movimiento anfibio: El movimiento anfibio se hace a través de un área de río desde una zona a otra u otras que estén dentro de la misma área. Es decir, unidades que estén en Ile d’ Orleans, Levis, St. Charles, Beauport, o Montmorency, puede moverse a uno o más de estas zonas. Y unidades en Cap Rouge, Sillery, Abraham, o Etchemin, puede moverse a una o más de estas zonas.

Movimiento naval: Para mover unidades navales desde un área del río a otra, el jugador británico debe ordenarlo en su movimiento de campaña. En un movimiento de campaña, un máximo de dos unidades navales se pueden mover río arriba (de Bason a St. Laurent) mientras que cualquier número de ellas puede ser movido río abajo.

Las batallas: Las batallas se desencadenan cuando unidades rivales coinciden en la misma zona y deben ser resueltas antes de que se haga cualquier otro movimiento de campaña. Defensor y atacante deberán desplegar sus tropas en 3 columnas, sin que el otro jugador vea lo que tiene. Cuando estén listos, voltean los bloques y comienza la batalla por columnas.

Una unidad abre fuego tirando tantos dados como indique su VC actual. Por cada » 6″ obtenido en la tirada, una unidad de la columna enemiga opuesta es reducido inmediatamente en 1 VC.

Y más o menos, esto es lo más importante de las reglas para que os hagáis una ligera idea. El juego además tiene líderes, personajes especiales como el indio, retiradas, escaramuzas y en algún que otro detalle más que puedes descubrir en las reglas oficiales.

Al final del turno 16, se comprobarán las condiciones de victoria y quién las cumpla será el ganador.

¿POR QUÉ? El colega Arribas (Vis Ludica) fue el primero en ponerme sobre la pista de Quebec 1759 en un interesante vídeo donde cuenta cuáles son los mejores wargames para iniciados en la materia. Aunque lo añadí a mi wishlist, fue la entusiasta Yol, de Análisis al Cubo, que se emociona más rápido que una adolescente ante el nuevo anuncio de David Gundy,  la que me convenció finalmente para hacerme con una copia del juego. Y aunque el juego es un pelín caro (y eso que vino con descuento), me alegro de la decisión.

¿Y que tiene este juego que se sigue editando 42 años después? Pues lo que más valoro, sobre todo por no ser ningún experto en wargames,  es su sencillez. Las reglas son 6 páginas que se entienden a la primera. Para los que aún no mareamos y damos media vuelta cada vez que tenemos un manual de wargame duro entre manos, es un alivio.

Pero de la sencillez no vive el juego. Quebec 1759 es un juego que ofrece mucho donde pensar. Si eres el británico, deberás elegir por donde atacar, sabiendo que tienes tiempo suficiente (16 movimientos) para alcanzar el objetivo. ¿Tiro por el norte, divido mis fuerzas, me hago fuerte por un flanco, intento conquistar Cap Rouge para eliminar una tropa rival en cada turno, cómo muevo los barcos? Y todo esto sin olvidar lo más importante, ¿qué narices va hacer el francés en el turno?

El francés por su parte tiene una posición más defensiva y sus dudas serán diferentes. ¿Me mantengo pasivo para no quemar mis tropas, lanzo al ataque las unidades de Montreal para quemarlas por si llega el británico a Cap Rouge, cuándo me conviene repartir mis valores de combate entre mis tropas, me pego o no me pego, cómo utilizo a los indios?

Y todo esto junto, hace que el juego tengo otra cualidad, además de táctico y sencillo, es muy emocionante. Ese momento de elegir tu movimiento en el papel, y pensar el posible movimiento del otro jugador es tan tenso y emocionante como Muevecubos con un sobre nuevo de Star Wars Destiny.

La batalla se resuelve de una manera sencilla, pero no es tan azarosa como se puede pensar, ya que previamente debemos distribuir nuestras unidades en 3 columnas y podemos además dejar unidades en la reserva para que se unan una vez avanzada la batalla. Los dados son los dados, pero una buena estrategia puede mitigar un mal resultado.

Lo peor del juego la calidad de sus componentes para el precio que llevan. El tablero es cutre y el arte…pues no es Matisse precisamente.

Además, supongo que los que pinten canas en esto de los wargames, Quebec 1759 no les parecerá un simulador muy realista, y en esto llevarían razón ya que los bloques no están a escala. El factor azar, aunque no siempre pueden beneficiar a un sólo jugador, está ahí.

En este caso, soy de los que me quedo con lo mucho bueno que tiene Quebec 1759, un ‘gatekeeper’ para el mundo de los wargames, emocionante, sencillo y con la enjundia necesaria para ocupar su puesto en la estantería.

¿QUIÉN? Te gustará si cuando vas a la escuela de wargames vas vestido con pantalón corto, chaqueta, corbata y calcetín largo hasta la rodilla.

Lo odiarás si crees que un wargame debe simular cada paso de la guerra.

Puntuación: 7.4/10
Dificultad: 1.8/5
Diseño: 6/10
Diseñador: Steve Brewster, Tom Dalgliesh, Lance Gutteridge
Ilustrador: N/A
Edita: Columbia Games
Año de publicación: 1972
Número de jugadores: Dos jugadores
Duración: 60 min  aprox
Precio: 50 euros aprox
Banda sonora recomendada: Sufjan Stevens – Abraham

 

 

 

5 pensamientos en “Reseña: Quebec 1759

  1. Pingback: El dominical. Lo mejor de la semana del 12 al 18 de febrero. – Instituto de Estudios Solarísticos

  2. Pingback: Gaceto partidas: Marzo 2017 | La Gaceta de los Tableros

  3. Pingback: Reseña Santa Cruz 1797 – La Gaceta de los Tableros

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.